¡BIENVENIDOS A PSE!

Las puertas de PSE se abren cada verano a los voluntarios europeos , nuevos y veteranos, de manos de los miembros del Comité de Bienvenida. Ellos también son voluntarios del Programa de Continuidad Escolar durante el verano, habitualmente por segunda o tercera vez, y se encargan de acoger, guiar e informar al resto de voluntarios desde el momento en que llegan al aeropuerto.

Se convierten así en los mejores consejeros para resolver cualquier problema o cuestión que se les presente a los nuevos habitantes de PSE. Bailes, reuniones y excursiones culturales amenizan los primeros días. Todos ellos tienen claro, no obstante, a qué han venido, solo necesitan algo de tiempo para familiarizarse con el entorno tranquilo y acogedor de la central de PSE en Phnom Penh, donde pasarán los primeros días.

MIembros del Comité de Bienvenida bailan con otros voluntarios
Voluntarios nuevos y veteranos del Comité de Bienvenida, con camiseta verde, bailando ‘Magic in the Air», de Magic System, himno de PSE.

PSE durante el año

PSE funciona como una escuela a lo largo de todo el año y durante el verano se transforma en la sede del Programa de Continuidad Escolar. Un pequeño número de estudiantes de formación profesional, sin embargo, permanecen en esta central en verano para trabajar en el restaurante Lotus de PSE y otros realizan sus prácticas.

Estudiantes de restauración de PSE
Estudiantes PSE del programa de formación profesional de restauración

PSE ofrece muchas oportunidades para la juventud camboyana para no solo cambiar sus vidas (y las de sus familias), sino también para transformar sus perspectivas de futuro. Por la Sonrisa de un Niño ofrece educación desde una edad temprana hasta la madurez. Facilitan comida y cuidado a las familias, protección y alojamiento para aquellos que lo necesitan, al igual que apoyo a las familias gracias a la distribución de sacos de arroz y de cursos de formación que pretenden dar más autonomía a cada familia.

La vida en PSE

La sede central de PSE casi siempre sorprende porque sus dimensiones superan las expectativas de los que la visitan por primera vez. Hay guardas de seguridad y de control de acceso, niños que merodean, una cantina, un restaurante y otros muchos edificios, entre ellos los dos donde se concentran los voluntarios y que son aularios el resto del año. Allí harán su vida comunitaria los primeros días, antes de que les asignen definitivamente los centros donde trabajarán con sus colegas monitores jemeres.

«Han sufrido tanto. No puedes imaginar lo que han pasado estas niñas», Luis, coordinador del programa de verano PSE central

Los estudiantes residentes, pensionnaires en francés, son una parte muy activa de la central de PSE en Phnom Penh. La ONG los ha acogido después de que su equipo de trabajadores sociales haya determinado que sus condiciones de vida son demasiado peligrosas o precarias. Hasta los 16 años, los pensionnaires viven en este centro, después se convierten en internat, el término francés que designa a los residentes que superan esa edad.

Pensionnaires sonrientes
Sreyhan y Cheeta, dos pensionnaires, sonríen después de un largo día en el Programa de Continuidad Escolar.

Durante el programa de verano los voluntarios europeos viven con los pensionnaires, aunque duermen en edificios diferentes: los edificios J y D, tal y como los conocen los monitores. Aun así, los pensionnaires y los internat tienen la ocasión de encontrarse más a menudo con los voluntarios y viceversa, disfrutando de más tiempo juntos en el centro.

Primeras salidas a la comunidad

Entre las primeras actividades planificadas para los voluntarios de este año se encuentra una visita a alguna de las comunidades donde viven las familias de muchos de los niños que acuden a la escuela en PSE, como es el caso de Preak Takong. Algunos de los voluntarios visitan también el vertedero más cercano donde algunas de esas familias todavía hoy siguen trabajando.

Voluntarios paseando por PreakTakong
Voluntarios de PSE durante el paseo por la comunidad de PreakTakong.

Acompañados de varios miembros del equipo Social de PSE, tienen la oportunidad en ambos casos de escuchar de primera mano las historias de estas familias que habitualmente viven en condiciones muy precarias y con las que los integrantes del equipo Social de PSE trabajan muy de cerca.

           «El doctor de PSE visita la comunidad una vez a la semana», Sineth, integrante del Social Team

La principal misión de este equipo es asegurarse de que los niños acuden a la escuela para mejorar su situación dentro de unos años. La mejor prueba de ello es cómo reciben y saludan en estos lugares a los miembros el equipo Social. Los voluntarios de PSE también son recibidos calurosamente: sólo hace una sonrisa y un saludo para recebir un montón de risas y amabilidad. En Preak Takong Village, por ejemplo, Sineth saluda sonriente a varias adolescentes que también se dirigen a los voluntarios en inglés. «Son estudiantes de PSE», nos comenta orgullosa.

Visita a una comunidad cercana a PSE
Un miembro jemer del equipo Social charla con los voluntarios durante la visita a una de las comunidades cercanas a la central de PSE.
Voluntarios de camino a OBK
Los voluntarios se dirigen a visitar OBK, un centro de PSE muy cercano a la central.

Ilusión, esfuerzo y una meta en común

Durante los días iniciales del Programa de Continuidad Escolar en PSE, los voluntarios tienen la oportunidad, en definitiva, de reforzar la motivación que les ha traído hasta este proyecto del que formarán parte, aunque sea durante unas semanas. Todo comenzó en 1995, gracias a la voluntad de Christian, tristemente fallecido en 2016, y Marie-France de Pallières, (Papy y Mamie). A esta la pudieron conocer los voluntarios la primera noche en la que todos se reunieron por primera vez. Mamie respondió a las pregunta de todos ellos después de ver el documental Les Pépites, un film que narra la historia de PSE y de sus protagonistas desde su nacimiento hasta 2016.

Les pépites, 2016.
Les pépites, 2016.

«Detrás de cada niño hay una historia vital dura y triste. Todos se merecen nuestro apoyo y cariño por igual», recuerda Marisa.

Tanto Marisa Caprile, presidenta de PSE España, como los coordinadores del Programa de Verano, insisten durante estos días de toma de contacto para los voluntarios en que no pierdan la perspectiva, el objetivo por el que han llegado hasta aquí. Este programa nació para continuar la labor que hace PSE con los niños de las áreas más deprimidas durante todo el año. Se trata de seguir proporcionándoles un lugar seguro y educativo, que reduzca la posibilidad de que en las vacaciones escolares trabajen o peligre su seguridad. «Detrás de cada niño hay una historia vital dura y triste. Todos se merecen nuestro apoyo y cariño por igual», recuerda Marisa con vehemencia.

En definitiva, el trabajo de PSE es ofrecer a estos niños un mejor futuro, algo que de momento están consiguiendo con notable éxito.