TAKHMAO, EL PARAÍSO INFANTIL DE PREAK HO – Patrocinado por Small Steps Project & 1001 Atmosphera

Es el primer día del programa de verano en el Centro de Servicios Comunitarios de PSE en Preak Ho, donde se desarrolla por tercer año consecutivo el Programa de Continuidad Escolar de Takhmao, al que a partir de ahora llamaremos simplemente Takhmao. Este subprograma acoge a más de doscientos niños a diario, en dos turnos.  PSE cuenta en esta localización con la colaboración de la ONG británica Small Steps Project, que ayuda a alimentar durante todo el año a más de noventa niños y proporciona gran cantidad de material, sobre todo destinado a la higiene de los más pequeños. En lo que respecta al programa de verano, la ayuda de la ONG se traslada de modo económico.

Takhmao antes de la entrada de los niños
Takhmao, 6:45 de la mañana, minutos antes de la llegada de 200 niños

El espacio ideal para la expansión

Al traspasar la verja para entrar en el centro de Takhmao, aparte del edificio que habitualmente se emplea como centro de apoyo educativo, impresiona el vergel con el que cuentan a su alrededor. Los árboles proporcionan una agradable sombra y disponen de un huerto donde Paula adelanta que los niños realizarán actividades didácticas para aprender cómo se cuidan algunos cultivos.

Niños felices en un entorno muy alegre
Algunos niños juegan felices en el agradable entorno de Takhmao

En Takhmao los monitores y los niños disfrutan de un espacio privilegiado que incluso cuenta con un huerto

Quitterie y Jules son dos voluntarios franceses que coinciden en cuánto les gusta este centro en el que son monitores. Destacan su amplitud y las facilidades que les da a la hora de desarrollar actividades en grupo, como las que requieren carreras u otro tipo de ejercicio físico por parte de los niños.

Niñas jugando
Algunas niñas, encantadas jugando a pillar a sus compañeras

Un equipo con apoyo extra

Niños haciendo fila
Niños haciendo fila para empezar las actividades

Los monitores de Takhmao cuentan con la valiosa ayuda de dos profesoras que enseñan durante el resto del año en este centro. Paula, coordinadora del subprograma, cree que su presencia ayuda a que los niños se comporten de manera más ordenada, pues para ser su primer día del programa han sorprendido a esta veterana voluntaria con su tranquilidad e involucración: «Es el primer año en Takhmao para la mayoría de los voluntarios, 14 en total, y pensábamos que sería más difícil hacernos con los niños al principio, pero se están comportando de un modo increíble».

«Es el primer año en este centro para la mayoría de los monitores, 14 en total, y pensábamos que sería más difícil de manejar a los niños, pero se comportan de forma increíble», Paula, coordinadora de Takhmao.

Un entorno problemático

Preak Ho es un barrio que pertenece a una de las ciudades más grandes de Camboya que da nombre a este subprogramaTakhmao.  Una de las principales tareas que suelen ocupar a los niños que llegan aquí, aparte de la agricultura y la pesca, es la recogida de basura en el vertedero más cercano a la comunidad donde viven. Sus familias suelen sufrir problemas de desempleo, alcoholismo, violencia o drogas, dificultades que, obviamente, también les afectan a ellos. Además, desde hace un año, la población donde solían vivir ha aumentado debido a la construcción de una nueva carretera que rodea Phnom Penh, la capital camboyana, y estas familias han sido desplazadas ante las expectativas de negocio de algunas empresas, viéndose así forzadas a buscar un suelo más barato donde vivir, como el de la comunidad de Preak Ho.

Grandes y pequeños sueñan por igual

Marina y Visal, niño camboyano
Marina coge en brazos a Visal al darse cuenta de que no hablaba con los otros niños

Los niños que llegan a Takhmao son de edades tan diversas que se pueden ver a algunos adolescentes entrando en bicicleta, mientras que otros pequeños apenas caminan erguidos, pues probablemente hayan dado sus primeros no hace mucho. Las caras de algunos no pueden ocultar su temor y timidez por encontrarse en un lugar nuevo repleto de niños, algunos bastante mayores que ellos, pero los monitores enseguida detectan su inseguridad y les acogen con ternura. Otros, en cambio, corren y juegan con sus compañeros sin cuestionárselo. Probablemente se conozcan, o quizás no, qué más da. Toca disfrutar con nuevos y viejos amigos.

En Takhmao se encuentran niños de todas las edades, desde adolescentes que llegan en sus bicicletas hasta pequeños que aún vacilan al dar sus pasos

El reto lo tienen los monitores, indudablemente, pero su pasión lo hace todo más fácil. Phearom, una monitora jemer primeriza, transmite su alegría contagiada de nervios. Cuenta cómo siempre ha cuidado de sus hermanas y de sus primos, y ahora está encantada de tener tantos niños a su alrededor. Minea, una monitora jemer ya participó en el programa de verano el año pasado, pero este tiene con ella de compañero a su hermano. Otros grandes fichajes para un gran equipo, tal como admite su coordinadora Paula.

Paula animando a los niños
Paula motiva a los niños animándoles a cantar mientras esperan en la fila

Tras recibir a todos los niños con canciones alegres y motivadoras, los monitores los organizan en distintas filas (chua, en jemer),  de acuerdo a sus edades. Primero toca ducharse, niños y niñas por separado, asistidos por los monitores. ¡Qué bien vienen esos cazos de agua para despertarse! Después, hay que comer, es el momento del desayuno. Y a las nueve de la mañana, se iza la bandera y todos cantan con solemnidad el himno camboyano.  ¿Qué es lo mejor entonces? Que queda un día lleno de juegos, canciones, comida y descanso por delante.

Una niña jemer sonríe
Corazones rosas, sonrisas y bailes. ¡Un gran primer día en Takhmao!

Small Steps Project y 1001 Atmosphera

PSE quiere dar las gracias a la ONG Británica Small Steps Project por su apoyo a Takhmao, así como a 1001 Atmospheraun magnífico espacio de compras en Madrid, que también colabora con este subprograma.