ABANDONADOS EN LA NOCHE
Durante una de las rondas nocturnas
para detectar casos graves de riesgo
de exclusión social infantil nuestro
equipo de Servicios Sociales
descubrió a Sokhom y Sokhim, su
pequeño de 8 años sentados en la
calle delante de un mercado agotados
y sin nada que comer. A causa del
estado de desnutrición y abandono
del niño el equipo les llevó a la central
aquella noche, para de
momento, darles de comer y
ofrecerles un lugar donde dormir. A la
mañana siguiente se vería la
situación…
UNA DURA INFANCIA….
Una vez más descubrimos el fondo de
la miseria más absoluta: Sokhom de la
que no conocemos su edad —ella
misma lo desconoce— está
completamente estropeada a causa
del alcohol, no debe de contar con
más de 30 años. Huérfana sobre los 7
años fue llevada a vivir con su abuela
quien la vendió y entregó al
matrimonio cuando ella apenas tenía
unos 18 años de edad.
…Y AÚN MÁS DURA VIDA ADULTA
Tuvo 4 hijos pero los 3 primeros
murieron a muy temprana edad. ¿A
causa de enfermedad, de hambre, por
maltrato…? Es difícil de saber, en todo
caso con un padre alcohólico y
violento, hasta el punto que Sokhom
tomó la decisión de escapar de su
provincia y dirigirse hacia Phnom
Penh con el pequeño Sokhim. Pero
¿qué hacer en la ciudad cuando uno
no tiene recursos económicos ni
profesión y además se está
emocionalmente derrotado?
Fue entonces cuando Sokhom
exhausta y derrotada comenzó a
beber.
LA ESPERANZA: POCO A POCO
Les instalamos en una habitación.
Mientras Sokhim fue escolarizado, su
madre fue empleada en Central para
desempeñar labores de limpieza.
Ella aún continua bajo la influencia del
alcohol y no es pues extraño
encontrarla durmiendo aquí o
allá, pero al menos ha cambiado ya de
aspecto.
La increíble sonrisa de Sokhim nos
permite contemplar una vez más la
inocente despreocupación de la
infancia.
Paso a paso….
Sokhim y Sokhom.
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