SEN SOK, ORDEN, COLOR Y TERNURA – Patrocinado por Fundación Felipe Segovia – Colegio SEK
Sen Sok es un distrito de Phnom Penh ubicado al norte de la ciudad, donde se encuentra otra de las sedes del Programa de Continuidad Escolar de PSE. Conducir desde la central de la ONG hasta allí puede llevar unos 45 minutos, o algo menos si no hay tráfico. Durante todo el año, el centro de servicios comunitarios funciona como guardería y, en agosto, acoge a los monitores del programa de verano, que lo transforman en un lugar de ensueño para niños de todas las edades. Cuentan, además, con la ayuda de algunas de las profesoras de la guardería para conseguirlo. Esta vez han estado con los monitores durante la primera semana de programa, el impulso perfecto para un gran comienzo.
Arco iris a la vista
¡Bienvenidos a Sen Sok!
Tras atravesar el pueblo anexo, al llegar al centro PSE de Sen Sok, el elemento más llamativo y, posiblemente, el que da más personalidad al lugar es el parque infantil de la entrada, con escaleras y toboganes multicolores. Bea, coordinadora del centro, explica cómo, debido al escaso espacio del que disponen, deben derrochar imaginación a la hora de realizar todas las actividades. Para ilustrarlo, nos cuenta su peculiar rutina en las duchas de los niños.
El elemento más llamativo y, posiblemente, el que da más personalidad al lugar es el parque infantil de la entrada, con escaleras y toboganes multicolores
Es difícil sacar a los niños de esta zona cuando es la hora de las actividades
Sobre las 11 de la mañana, mientras las niñas se quedan jugando en un pequeño espacio, los niños hacen fila y comienzan un recorrido entre los columpios donde van dejando su ropa, se ponen el krama —pañuelo típico camboyano con el que suelen bañarse tanto pequeños, como mayores— y alcanzan el final del circuito donde les espera un refrescante chorro de agua. Entonces, ya están listos para comer y pueden ir pasando las niñas. ¡Qué mejor motivación para el aseo diario que lanzarse por el tobogán y al final darse un remojón!
«Los niños aquí son traviesos, pasan mucho tiempo en la calle, pero son muy educados», Gabi, monitor
Hacer travesuras y sonreír, ambas pueden ir unidas
Todo es cuestión de cuidar la coordinación, casi tanto como el orden de las zapatillas multicolor de los niños, colocadas en pares mientras ellos juegan, gracias a los monitores. Esta vez lo hace Gabi, monitor veterano que estuvo con Teenagers en Central el año pasado. «Los niños aquí son traviesos, pasan mucho tiempo en la calle, pero son muy educados», admite, contento.
Gabi y algunos niños compartiendo diversión
Colorida es también el aula multiusos de este centro, de cuyo techo cuelgan adornos construidos con papel y botellas que sirven de macetas a pequeñas plantas. Algunas estanterías con libros señalan cuál es la zona de lectura y otra pequeña clase se añade a los espacios disponibles para realizar actividades. Uno de estos juegos es una particular adaptación del clásico «Ahorcado». Los dos equipos tienen que lanzar una pelota a la diana para sumar puntos, mientras se sugieren letras para completar la palabra asignada.
Los habitantes estivales de Sen Sok
Durante el Programa de Continuidad Escolar, cada día llegan a este centro en torno a 175 niños, de entre 3 y 13 años, aunque la mayoría se encuentra entre los 3 y los 6 años, ya que son alumnos de la guardería el resto del año.
María y uno de los niños, sonríen con complicidad
Algunos niños pasan el día completo en el centro, otros solo la tarde o la mañana, pues el resto de la jornada van al colegio. Proceden de las comunidades cercanas, desde donde algunos adolescentes se desplazan hasta la central de PSE, para unirse al subprograma Teenagers. «Hay días que tenemos menos niños, en parte porque pueden haber cogido el autobús de PSE para ir a Central», explica Bea. «Otros días, en cambio, vienen demasiados, teniendo en cuenta el espacio reducido con el que contamos. En cualquier caso, todos son siempre bienvenidos.»
«Vengan muchos o pocos, todos los niños son siempre bienvenidos», Bea, coordinadora
Bea, coordinadora, vigila la zona del parque infantil
Para trabajar con los niños en Sen Sok, este año hay 14 monitores, la mitad, jemeres, y la otra mitad, europeos. La compenetración entre ellos es esencial, como para el resto de equipos del Programa de Continuidad Escolar. Por eso en Sen Sok han decidido instaurar el día del intercambio de papeles entre monitores.
El equipo Sen Sok, totalmente compenetrado
Los monitores europeos normalmente crean las actividades y los jemeres les ayudan a desplazar a los grupos, aparte de a traducir las instrucciones a los niños. En esto último son insustituibles, pero ahora son los monitores jemeres los que han de elaborar la actividad, mientras que los monitores europeos se encargan de controlar a los grupos. «El año pasado también realizamos este pequeño desafío y, como funcionó, queríamos repetirlo. Nos ayuda a trabajar la empatía entre monitores», explica Bea.
Reencuentro con viejos amigos
Reencuentro con Iñaki, ex coordinador de Sen Sok y ahora supervisor de varios centros, incluyendo este
Cuando visita este centro, Iñaki, coordinador del subprograma de Sen Sok hace dos años, y supervisor de varios centros en la actualidad, se reencuentra con niños que aún recuerda y que le reconocen. Esta vez, hasta le han hecho una pancarta de bienvenida. Dos de ellos, Smey y Komhong, ya en la adolescencia, son ahora voluntarios del programa de verano. «Es un orgullo ver que han crecido y que les hace ilusión seguir viniendo, esta vez para ayudar», comenta Iñaki.
«Es habitual ver a niños de la misma familia», Iñaki, coordinador del centro el año pasado
Los niños estaban emocionados pro ver a Iñaki de nuevo
«Es habitual ver a niños de la misma familia, como es el caso de Sreynith, que trae a sus dos hermanos», apunta Iñaki. En definitiva, que un niño asista al programa puede enganchar al resto de sus hermanos, que tendrán así la misma oportunidad de disfrutar del programa de verano y estarán más preparados para las clases durante el año escolar.
